Paradojas.

Que dulce paradoja es la vida.

Unas veces encuentras la felicidad y otras la pierdes muy a tu pesar.

Hay días en los que crees que eres invencible, que el mundo no te va a devorar, pero es un espejismo de tu propia realidad.

Crees ser fuerte, crres que nada ni nadie te podrá hundir, pero al mirarte en el espejo solo ves la máscara que has creado a lo largo de tu vida.

Miras a tu alrededor y ves que no has conseguido cambiar, que no has evolucionado, ves que te has quedado estancada en el mismo lugar.

Te repites una y otra vez, en modo de autoconvicción, que has conseguido un buen lugar en la vida, que eres un ser querido, que todo lo que te pasa por la cabeza es un invento para desconcertarte cada vez más.

Esta locura que desencadena la oscuridad hace que creas que estas en la absoluta infelicidad.

¿Dónde está la conciencia?

¿Dónde está la cordura?

¿Dónde diablos está ese ángel que vela por mí?

Simplemente me han abandonado, han agachado la cabeza y se han marchado a otro lado.

La conciencia se ha ido ocultando en lo más profundo del alma y por mucho que intente encontrarla, está derrotada por lo que no acude a mis llamadas.

La cordura la perdí hace tiempo por aquel diablo que me hizo sufrir, que se atrevió a estar dentro de mí, y a mirar en mi interior y se atrevió a robarme el corazón.

Y ese ángel... Ese ángel que creí encontrar..¿Por qué le trato con indiferencia? ¿Acaso merece mis dudas?.

Ese ángel que me ha hecho sonreír, que ha hecho que tenga ganas de vivir, ese maravilloso ángel que poco a poco me da su corazón y se introduce en el mío con desición.

Aún así, me hundo en la penumbra de la inseguridad, y en la más oscura soledad.

Que decir cuando no sabes que decir, que palabras utilizar cuando no puedes utilizar las palabras.

Que irónica es la vida que te abre todas las puertas del mundo, que te abre infinitas posibilidades, pero cuando te abre las del amor e intentas llegar para poder cruzarlas, te las cierra de golpe impidiéndote el paso.

Pero mi pregunta es la siguiente:

¿De verdad crees que ese ÁNGEL logrará salvarte? ¿ Crees en serio, que te socorrerá de tus inseguridades y dudas?

Tal vez la respuesta que buscas está dentro de tí, pero que te niegas a descubrir.