¿Qué más puedo decir?

Me invade la tristeza al saber que no estas a mi lado para consolarme, para darme un beso y subirme el ánimo. Para restablecer mi autoestima al escuchar de tu boca lo especial que soy. Si supieras la agonía que siento al despertar y no saber que estas a mi lado, si supieras lo que me cuesta dejarte marchar cada vez que llega la hora de partir. Es un dolor que, al parecer, nunca tendrá fin pero aún así intento recordarte y evocarte en cada momento, recordar tus besos dulces como la miel y cargados de esa pasión que tanto me hace perder la cabeza. Me invade la impotencia al saber que ya no volverás a mi lado, porque te he rechazado. Sentirte hundido, no poder sonreír, querer desaparecer, soñar con un mundo en el que estemos juntos de nuevo los dos, cambiar las acciones equivocadas, mirar desde tu ventana y soñar con amar incondicionalmente; eso es la tristeza y la desesperación.

Y ahora mismo es como me siento, triste, desesperada... Por que poco a poco me estas matando, con esa indiferencia, con esa mirada de hielo que congela a mi corazón y lo desgarra con tu dolor. Siento ira, siento confusión y todo por haberte dejado, mi agridulce amor.

¿N0 te das cuenta de lo que quiero? ¿No te das cuenta de que necesito tus besos? Desgarras mi alma con cada mirada, hundes el cuchillo en mi corazón con cada palabra y mi pobre alma, hecha jirones, sigue viviendo por y para tí.

Que triste es ver un velero partir, pero más triste es verlo y no poderlo decir.

¿Quá más puedo decir? ¿Qué más merezco escribir?

-Soy un lienzo en blanco que no encuentra la gama de colores adecuada para pintar su triste historia. Soy ese lienzo olvidado en ese estudio invadido por el polvo, la soledad y los recuerdos felices de una época en la que todo era mejor, en la que si habían colores para cada momento, en la que siempre había optimismo. Soy un velero que naufraga por el mar de las dudas y de la confusión y que no se decide a llegar al puerto de la comprensión y del olvido. Soy esa que tanto te quiso, que tanto te amó y que ahora no encuentra la salvación.