Y así el león, buscando lo imposible de encontrar, se dio cuenta de que su vida no era más que una parodia, una comedia en la que todos decidían como iba a ser su final.
¿De verdad el león quería que la gente le dijera su final? ¿O lo que buscaba era la aprobación de sus actos, por parte de lo que él consideraba sus amigos?
¿De verdad era tan respetusoso, o en el fondo había un demonio en su interior que lo único que quería hacer era un daño terrible a las personas que él quería?
...Y así, el león se durmió, o al menos eso pensaron todos, pero en realidad su alma estaba tan marchita, como una rosa seca...
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